El momento que marca el final de la oscuridad y la llegada de la luz. Es un momento mágico, celebrado por muchas culturas desde la Edad del Hierro, y quizás antes. En el Norte, donde la oscuridad es aún mayor y el frío también, el solsticio de invierno significaba el triunfo de la vida sobre la muerte. Era un momento de celebración recogida, las familias y los amigos se reunían ante el fuego para celebrar que estaban vivos y para recordar a los que se habían quedado por el camino.
ORÍGENES:
La fiesta tradicional de Yule tiene sus orígenes en la Escandinavia precristiana. Constituía sobre todo una fiesta de la familia y estuvo siempre dedicada a la fertilidad, a los solsticios y a la familia. Era una festividad donde también se recordaba a los ancestros, los amigos ausentes, y la mesa donde se celebraba la fiesta se preparaba con esplendor y magnificencia, ante la tumba de los parientes fallecidos y priorizando la hospitalidad hacia los forasteros.
RITOS:
- Encender el leño de Yule, del leño del año anterior, y hacerlo arder por 12 horas. Es la versión puertas adentro de la hoguera de Litha. Luego se esparcían las cenizas por los campos para hacerlos fértiles.
- Decorar las viviendas con muérdago, que procede del roble, un árbol muy apreciado (y utilizado) por los nórdicos.
- Mantener una vigilia nocturna para esperar el sol.
- Apagar todas las luces y prenderlas de una a una.
- Dejar una vela encendida en la ventana.
- Ir de wassail (pedir el aguinaldo) por el pueblo.
- Colgar figuras de madera en la puerta de la vivienda como la Cabra Yule.
YULE GOAT:
Se sacrificaba una cabra en honor a Thor (el dios de trueno nórdico conducía un carro tirado por dos machos cabríos de los que podía alimentarse y siempre revivían). La cabra era una ofrenda y terminó convirtiéndose en un símbolo de esta fiesta pagana, la que portaba las ofrendas.
Y en las tierras de Finlandia esta cabra se encarnó en un anciano que traía regalos llamado Joulupukki (cabra de Yule), más conocido por todos nosotros como Santa Claus o Papá Noel.
Thor era también considerado el dios protector de los campesinos, de la justicia, las cosechas y el clima, es por ello que en esta parte de la celebración era el absoluto protagonista.
Imaginad la figura de Santa Claus, pero en vez de pensar en un hombre con barba blanca y vestido de rojo… Pues una cabra con un saco con regalos encima.
YULE BOAR:
El típico jamón de Navidad, ni en eso somos originales, esta era una tradición ancestral de los pueblos germánicos que ha llegado hasta nuestros días.
WASSAILING:
Esto consistía en ir de wassai por el pueblo, es decir, en ir brindando y cantando. Su peculiaridad es que no solo se brindaba con personas, sino que se podía brindar con elementos de la naturaleza por un próspero año nuevo. Esto derivaría con el tiempo en la práctica de ir de puerta en puerta cantando villancicos (o canciones tradicionales), incluso se cantaba a las huertas para pedir fertilidad y buenas cosechas.
YULE, JUL, JOL, JOUL, JOULU, JÕULUD, GEOL, GEUL:
Originalmente el nombre Giuli significaba 60 días a partir de la marea lunar de la tarde en pleno invierno escandinavo nórdico y germano. La llegada de Juletid, por lo tanto, llegó a referirse a las celebraciones de pleno invierno. A finales de la época vikinga, las celebraciones de Yule llegaron a ser un gran festival en el cual el solsticio de invierno se amalgamó con las tradiciones de las diversas celebraciones de pleno invierno en toda Europa, como Mitwinternacht, Modrasnach, Midvinterblot, y la celebración del solsticio teutónico y la Fiesta de los Muertos. Un ejemplo bien documentado de esto es en 960, cuando el rey Haakon I de Noruega firmó en julio una ley para que se celebrara en la noche del 25 de diciembre, para ajustarla con la celebración cristiana.
Jul – Suecia, Dinamarca, Noruega.
Jól – Islandeses.
Joulu – Finlandia.
Jõulud – Estonia
Yule – Escocia.
SATURNALIA:
Originalmente celebrada por los antiguos griegos como Kronia, el festival de Cronos, la Saturnalia fue la fiesta en la que los romanos conmemoraban la dedicación del templo de Saturno, que originalmente tuvo lugar el 17 de diciembre, pero ampliado a toda una semana, hasta el 23 de diciembre. Un gran e importante festival público en Roma, trataba de sacrificios convencionales, establecían un sofá en frente del templo de Saturno y la desvinculación de las cuerdas que delimitaban la estatua de Saturno, durante el resto del año. Además de los ritos públicos había una serie de fiestas y costumbres celebradas en privado. Las celebraciones incluyen unas vacaciones escolares, la realización y entrega de pequeños regalos (saturnalia et sigillaricia) y un mercado (sigillaria). Se permitía el juego para todos, incluso para los esclavos durante este período. La toga no se usaba, sino más bien lo mínimo, es decir, ropa de cena colorida e informal y el pileus (sombrero del liberto), era usado por todos. Los esclavos estaban exentos de castigo, y trataban con desprecio a sus amos. Los esclavos celebraban un banquete antes de la fiesta, siendo atendidos por sus dueños. Saturnalia se convirtió en uno de los festivales romanos más populares que dieron lugar a más locura, marcada principalmente por el cambio ostensible de lugares entre amos y esclavos, lo que temporalmente revertía el orden social. En el folclore griego y chipriota se creía que los niños nacidos durante el festival se encontraban en peligro de convertirse en Kallikantzaroi los cuales saldrían de la Tierra después del solsticio de causar problemas para los mortales. Algunos dejaban regalos en sus puertas para distraerlos hasta que el sol volviera.
TRADICIÓN EGIPCIA:
Los antiguos egipcios adoraban a un dios llamado Ra, que tenía la cabeza de un halcón y llevaba el sol como un disco ardiente en su corona. En el solsticio, cuando Ra comenzaba a recuperarse de la enfermedad, los egipcios llenaban sus hogares con juncos de palma verde que simbolizaban para ellos el triunfo de la vida sobre la muerte.
MUMMER'S DAY (CELTA):
El Día del Mummer o Día Oscuro como a veces se le conoce, es una antigua celebración de Cornualles de pleno invierno que tiene lugar cada año entre el 26 de diciembre y el día de Año Nuevo en Padstow, Cornualles. Originalmente fue parte del patrimonio pagano de las celebraciones de pleno invierno que regularmente se celebra en todo Cornualles, donde la gente baila ennegreciendo sus rostros y se ponen máscaras.
DÍA WREN (CELTA):
Por un período desconocido, el Lá an Dreoilín o el Día Wren se ha celebrado en Irlanda, la isla de Man y Gales el 26 de diciembre. Multitudes de personas, llamado wrenboys, toman las carreteras en diversas partes de Irlanda, vestidos con ropa multicolor, con máscaras o trajes de paja y acompañados por músicos supuestamente en recuerdo de la fiesta celebrada por los druidas. Anteriormente, en la práctica participa el asesinato de un reyezuelo, y cantando al mismo tiempo llevan el ave de casa en casa, deteniéndose por alimentos y la alegría.
O APALPADOR (GALICIA):
Es, en las zonas del este de Galicia, la figura mítica de un carbonero que baja las noches del 24 de diciembre y 31 de diciembre a tocar el vientre a los niños para ver si han comido suficiente durante el año, dejando un montón de castañas, eventualmente algún regalo y deseándoles que tengan un año nuevo lleno de felicidad y comida.
KRAMPUS, MITAD CABRA, MITAD DEMONIO (ALEMANIA):
Krampus es una criatura mitad cabra mitad demonio que aparece en Navidad para castigar a los niños que no se han portado bien, en contraposición a Santa Claus. Esta figura está presente en gran parte de Europa y se cree que fue originada en tiempos anteriores a Cristo. Hoy, los hombres deambulan por la calle disfrazados de Krampus asustando a la gente. Esta figura fue prohibida por la Iglesia católica.
En Alemania, la gente honró al dios pagano Odín durante las vacaciones de mediados de invierno. Los alemanes estaban aterrorizados de Odín, ya que creían que hacía vuelos nocturnos por el cielo para observar a su gente y luego decidir quién prosperaría o perecería. Debido a su presencia, muchas personas optaron por quedarse dentro.
SAN NICOLÁS, EL ÁNGEL Y EL DEMONIO (REPÚBLICA CHECA):
El día de San Nicolás, el 5 de diciembre, puedes encontrarte a tres personajes vagando por las calles de la República Checa: San Nicolás (Mikuláš), el Ángel (anděl), y el Demonio (čert). Se dedican a parar a los niños y preguntarles si han sido buenos durante el año. Cuando los niños contestan afirmativamente el ángel les premia con caramelos u otros regalos. El demonio les advierte de que si se portan mal recibirán carbón o se los llevarán en un saco directos al infierno. En ciudades grandes como Praga esta celebración se realiza en la plaza principal de la ciudad. Sin embargo, en los pueblos, los personajes van de casa en casa.
LOS “AÑOS VIEJOS” (ECUADOR):
En la noche de fin de año ecuatoriana se construyen muñecos de paja y ropa vieja que se queman en la medianoche. Estos monigotes o “años viejos” simbolizan los problemas, experiencias negativas o defectos de cada familia, que se desvanecen con el fuego. Es habitual que estos muñecos representen a personajes famosos, iconos públicos o alguien muy odiado por la familia.
PORTAL DE BELÉN (FRANCIA Y ESPAÑA):
En Francia y España es una costumbre muy arraigada la preparación del nacimiento o escena navideña. En el pasado se realizaba un Belén viviente durante la misa del Gallo, a las 12 de la noche de Nochebuena. Sin embargo, durante la revolución francesa muchas iglesias cerraron y las misas fueron canceladas por lo que las familias crearon una versión en miniatura del pesebre en sus casas. Las figuras tradicionales se mezclan con personajes comunes como un panadero o un policía.
TA CHIU (HONG KONG):
Uno de los festivales de invierno más importantes en Hong Kong es Ta Chiu, el 27 de diciembre. Los taoístas rezan a los dioses y a sus antepasados fallecidos pidiendo deseos para el año próximo. El sacerdote lee una lista de los residentes en la zona y la introduce en un caballo fabricado con papel. Se prende fuego al caballo y se cree que el humo llega al cielo y a los dioses.
PEDRO, EL NEGRO (HOLANDA):
Zwarte Piet (Pedro, el Negro) es el paje que acompaña a San Nicolás en los Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo. Apareció originariamente en un libro de Jan Schenkman en 1850. Cada año viaja desde España a las costas holandesas en barco de vapor. Visita lugares públicos como colegios para entretener a los niños regalándoles caramelos.
EL DÍA DE SAN ESTEBAN (IRLANDA):
El día 26 de diciembre se conmemora la muerte de San Esteban, primer mártir cristiano. Es un día tranquilo para pasar en casa aunque algunos optan por acudir a misas religiosas u obras de teatro musical. En ciertas zonas de Irlanda, las personas se visten con ropa vieja y paja y portan un pájaro de mentira (Wren) que anteriormente se cazaba. Las personas disfrazadas se denominan “Wrenboys” y van de casa en casa cantando y pidiendo dinero para proyectos de caridad. Según la tradición, este pájaro traicionó a San Esteban cuando se estaba escondiendo para no ser apedreado a muerte (como finalmente ocurrió).
HANUKKAH (ISRAEL):
Hanukkah es una tradición de hace más de 2000 años. Conmemora la derrota de los Helenos, y la recuperación de la independencia del pueblo judío. Yehudit fue una joven mujer que sedujo al general griego con vino y quesos. Una vez ebrio lo decapitó, lo que desencadenó la rendición del ejército heleno. En recuerdo al coraje de Yehudit, se comen productos lácteos en esta fiesta. También se enciende un candelabro con 8 velas que conmemora el milagro del aceite: el candelabro del templo pudo encenderse durante ocho días con solo la cantidad de aceite suficiente para uno.
AÑO NUEVO JAPONÉS:
El año nuevo es una fiesta espiritual por lo que los hogares se preparan llevando a cabo una exhaustiva limpieza de la casa, eliminando así el caos y el desorden del año que acaba. En la noche del 31 de diciembre hay un talent show musical titulado “Kōhaku Uta Gassen” (Rojo Vs. Blanco) emitido a través de la televisión nacional. Al concurso de canto le sigue un gran festín protagonizado por fideos largos (soba noodles) que reflejan la esperanza de una vida larga. La longevidad también está representada a través de unos pequeños pinos (Kadomatsu) que se colocan en las entradas de las casas en forma de decoración. En la medianoche, los templos budistas hacen sonar 108 campanadas, una por cada pasión terrenal que ha de superarse.
LA NOCHE DE LOS RÁBANOS (MÉXICO):
La Noche de los Rábanos tiene lugar en la Ciudad de Oaxaca y es un concurso anual en el que se da forma a rábanos para crear escenas navideñas. Se comienza a esculpir las hortalizas tres días antes de la fiesta, que tiene lugar el 23 de diciembre, momento en el que se anuncia el ganador de la mejor escena tallada. Esta tradición comenzó a finales del siglo XIX, época de mayor apogeo de este arte.
LAS BRUJAS DE NORUEGA:
Nochebuena es una fiesta muy importante para los noruegos. Se cena en familia y se abren los regalos de navidad. Hay una antigua superstición en la que brujas y otros espíritus aparecen en busca de escobas para volar. Debido a ello, muchos noruegos esconden sus escobas esta noche.
TIÓ DE NADAL (ESPAÑA):
En Cataluña y Aragón es común alimentar a un pequeño tronco denominado Tió de Nadal. Se pinta una cara sonriente y se le añaden cuatro patas. Por las noches se le tapa con una manta para que no pase frío. Desde el día 8 de diciembre (Inmaculada Concepción) los niños dan de comer a este personaje hasta que en Nochebuena se le hace defecar pequeños regalos de Navidad como caramelos, chuches o turrones.
LA LEYENDA DE LAS ARAÑAS DE NAVIDAD (UCRANIA):
Según cuenta la leyenda, una viuda muy trabajadora vivía con sus hijos en una pequeña casita. Los niños plantaron un árbol con la esperanza de que hubiera crecido en Nochebuena. Sin embargo, a pesar de que el árbol llegó a crecer lo suficiente, se dieron cuenta de que no contaban con recursos para adornarlo. Se fueron a dormir y la viuda colocó tres arañas en el árbol para que tejieran una gran tela. A la mañana siguiente, los niños encontraron el árbol decorado con grandes telarañas que brillaban al sol. En la actualidad es habitual en Ucrania colocar en el árbol adornos con forma de arañas.
YULE EN LA WICCA:
En la Wicca, una forma de celebración se observa como uno de los ocho días de fiesta solar, o Sabbat. En la mayoría de tradiciones Wiccanas, en esta fiesta se celebra el renacimiento del Gran Dios, que es considerado como el recién nacido sol del solsticio. Aunque el nombre de Yule se ha asignado desde el paganismo germánico y Nórdico, elementos de la celebración en sí son de origen moderno. Es un punto de quiebre en el ciclo solar del Dios, ya que marca su renacimiento de su propia semilla, plantada en el vientre de su madre en Beltane. El dios luminoso partió en Samhain a la Tierra del Eterno Verano, para preparar su renacimiento, siendo su lado oscuro coronado como rey de la mitad oscura del año. Es así que en medio de la noche más oscura nace la nueva luz, la promesa de la vida, el niño divino.
También es el primer ritual estacional de la Rueda, es el momento más frío y la noche más larga del año. Todas las hojas han caído, la naturaleza duerme, es el momento de mayor oscuridad antes de que la luz regrese, es el renacimiento del Dios padre, la primera chispa de esperanza que emerge de la más profunda oscuridad. Es un momento de espera. De recogimiento y meditación.
Se necesita tiempo para despertar a un nuevo ciclo después de la muerte. La vida espera bajo la tierra el momento de renacer.
Yule es un momento propicio para meditar sobre la oscuridad. Es un tiempo de espera atenta en el que podemos observarnos a nosotros mismos y descubrirnos. Celebramos la esperanza del renacimiento confiando en que después de la fase de mayor oscuridad renacerá la vida que duerme bajo la tierra.
TRADICIÓN CELTA:
Se celebra, según la cultura celta, el renacimiento del dios y los espíritus, después de su muerte en Samhain, fecha en la que se celebra el año nuevo druídico celebrado en la noche del 31 de Octubre y la madrugada del 1 de Noviembre, el periodo entre Samhain y Yule, era llamado la estación oscura, días de mayor intensidad del invierno y menor cantidad de luz solar.
En esta época las actividades mágicas están relacionadas con el fuego, en hogueras y el sol, (el fuego en la cultura celta no es considerado uno de los elementos naturales, sino una especie de catalizador que se encuentra en todos).
Los celtas en esta época acostumbraban adornar los árboles con guirnaldas y lazos como símbolo de esperanza para los árboles, pues no tenían hojas ni flores por el invierno, y de ahí nace la tradición de adornar un pino con luces y guirnaldas (tradición que sería repudiada por los celtas pues la actual incluye cortar o mutilar un árbol que para ellos eran sagrados).
TRADICIÓN VIKINGA:
En honor al dios Balder, considerado el dios solar. Es el momento en que el sol comenzará a remontar, momento en que la luz irá ganando terreno a la oscuridad. Es una festividad que dura trece noches y entre estos días se celebra el Juleblót, la ceremonia más importante y el Þretandi (Thretandi o Treceaba noche) que se hace coincidir con el último día del año.
La festividad estaba especialmente dedicada a la fertilidad ya que se pedían buenas cosechas y prosperidad para el año que estaba a punto de comenzar y se bebía “til aar og fred”, para la paz y las buenas cosechas, una máxima en la idiosincrasia vikinga.
No es una fiesta exclusiva de los vikingos, con sus variantes muchas sociedades paganas han dedicado celebraciones a los cambios de estación ya que la naturaleza y los hombres y mujeres en el mundo pagano formaban un vínculo indesligable. Los hombres imitaban lo que veían. Lo amaban y lo temían. Lo respetaban y lo honraban. Y dentro de estos cambios Yule es la luz y la fertilidad, es el nuevo comienzo de la vida.
Se hospedaba con la máxima comodidad y cariño a los que venían – siempre con las manos cargadas de regalos, acción que sería compensada con unas manos cargadas de regalos de vuelta, otra característica vikinga, dar y recibir –; se les preparaban baños de vapor para paliar el frío de las travesías en barco, ropas secas con las que vestirse, camas mullidas, fuego y, por supuesto, comida y gran cantidad de bebida.
Yule se celebraba con un gran sacrificio, dedicado a los dioses de la protección y la fertilidad, Frey y Thor, para seguir con un gran banquete donde comían los animales que sacrificaban. Pero falta algo… ¿y la cerveza? ¡Por Odín! No puede faltar la cerveza en una fiesta vikinga, de hecho, los vikingos tenían diferentes tipos de cervezas para según la ocasión (bodas incluidas). En este caso se bebía la jólaöl.
Aparte de los juegos, la bebida, la comida y la diversión, tampoco faltaba la hospitalidad, otro rasgo característico de estas fechas. Se ofrecía hospedaje con las mayores atenciones y homenajes a los que llegaban. Como puntualización, el banquete se celebraba delante de las tumbas de familiares y en su honor.
NAVIDAD CRISTIANA:
Los romanos también celebraban el solsticio de invierno, cuando "el sol vence a las tinieblas" y empiezan a alargarse los días. Después del Edicto de Milán, por el que Constantino levantaba la prohibición que pesaba sobre el cristianismo, los romanos seguían celebrando su fiesta del Solsticio de Invierno. La Iglesia decidió absorber esa fiesta, dotándole de un sentido cristiano, puesto que hasta entonces no se celebraba la Natividad del Señor. El Sol que vence a las tinieblas es Cristo, y desde entonces la Navidad se corresponde con la noche del 24 al 25 de diciembre (igual que la noche de San Juan es seis meses antes, el tiempo que se llevaban Jesús de Nazaret y Juan de Ain Karim 'el Bautista'; la noche del 24 al 25 de junio, en que el Sol es el vencedor absoluto sobre las tinieblas: el solsticio de verano).
En los círculos religiosos cristianos, desde el catolicismo hasta el protestantismo o las diferentes denominaciones cristianas, el término Natividad es el más correctamente usado, para diferenciarse así de la Navidad y sus orígenes paganos, al igual que el de las "fiestas de yule", claramente de corte druídico.
EL ÁRBOL DE YULE:
En la festividad de Yule, una celebración que podía durar varias semanas en torno al solsticio de invierno, se colocaba bajo techo un árbol que recordaba el Yggdrasil, el Gran Fresno de cuyas ramas penden los Nueve Mundos, incluyendo el de los hombres.
Se colocaba bajo techo un árbol que recordaba al Yggdrasil, el Gran Fresno de la mitología nórdica del que penden los Nueve Mundos. Evidentemente da que pensar que de aquí sea de donde venga la tradición del árbol de Navidad. San Bonifacio, evangelizador de Alemania, cortó un árbol consagrado a Thor o a Yggdrasil y colocó un pino en su lugar, significando el amor perenne a Dios.
Se colocaba un árbol perenne en la casa – posiblemente un abeto –, que representaba el Yggdrasil, el árbol de la vida o del universo en la mitología nórdica, que adornaban y decoraban. Más que probablemente de aquí venga la tradición del árbol de Navidad.
En muchos países se creía que los árboles de hoja perenne mantendrían alejados a las brujas, fantasmas, espíritus malignos y enfermedades.
YULE LOG:
Esta tradición trataba de encender un gran tronco del año anterior, que debía arder durante la noche. Sus llamas espantaban a los malos espíritus y sus cenizas se esparcían por los campos a la mañana siguiente con la creencia de que traería buenas cosechas el año que entraba.
Los nórdicos creían que cada chispa del fuego representaba un nuevo cerdo o ternero que nacería durante el próximo año.
Actualmente también se prepara un postre con forma de tronco.
Actualmente también se prepara un postre con forma de tronco.
Este año no pudimos juntarnos para el ritual, pero todavía conservo los recuerdos y lazos creados en el ritual de hace un par de años.
Actualmente en la cultura neopagana, esta celebración ha sido reconstruida en muy variados grupos, como en el caso de la Religión Ásatrú con doce días de celebraciones; y la Religión wicca, que algunos aplican una forma de celebrar estas fiestas a través de "ocho días solares festivos", llamados comúnmente "Sabbats de la rueda anual". Las fiestas de Yule se celebran en el solsticio de invierno: en el hemisferio norte, cerca del 21 de diciembre, y en el hemisferio sur, alrededor de 21 de junio.
Yule y Yuletide, al igual que la "Festividad de yalda" (una fiesta invernal iraní), son términos arcaicos indoeuropeos usados para referirse a la tradición antigua que observa los cambios naturales causados por la rotación de la tierra alrededor del sol y sus efectos en la cosecha alimenticia durante el solsticio de invierno. En la celebración de Yuletide, como en aquella, es costumbre entonar canciones para proveer así una atmósfera relajada.
Las personas que no están familiarizadas con la mitología nórdica y el paganismo europeo simplemente no sabrían distinguir entre las palabras Yule (Joul), Navidad y la Natividad, que en cierto sentido son sinónimos y a la misma vez antónimos. Este uso o término aún sobrevive en muchas canciones navideñas o villancicos, así como en la confección de una torta o pastel llamado Yule log o tronco de Navidad, en referencia directa a un tronco ritual de esta festividad ancestral.
La palabra yule todavía existe en algún dialecto escocés, con el término jul en Noruega, Dinamarca y Suecia, y con el término joulu en Finlandia. En la actualidad se suele considerar el período festivo comprendido desde el día de Nochebuena hasta después del primer día del año o, especialmente en Inglaterra, hasta el día de Reyes.
Este año tocó recogimiento y meditar sobre uno mismo, celebrar con la familia cercana, beber juntos, hincharnos a comer y esperar al amanecer para darle la bienvenida al Sol, que nos aportará luz, claridad y prosperidad en esta época del año.
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