Ostara


Ostara es el nombre de una festividad dentro de las religiones neopaganas, relacionada con rituales y fiestas diurnas que se celebran alrededor del equinoccio de primavera.
Es una de las ocho grandes festividades en la rueda o cruz del año. Se celebra durante el equinoccio de primavera, alrededor del 21 de marzo en el hemisferio norte, y alrededor del 23 de septiembre en el hemisferio sur. Es precedida por Imbolc y seguida por Beltane.

Este sabbat toma el nombre Oestre (Ostara en Ingles antiguo) de una divinidad germánica de la primavera y la fertilidad, cuyo nombre significa brillante o brillar. Es asociada con diversas diosas que guardan los mismos atributos y similitudes. Entre ellas la diosa griega Eos, la diosa acadia Ishtar, la fenicia Astarte, etc.

Para sumerios y babilónicos esta fecha marcaba el comienzo del año. Momento que culminaba, tras doce días de fiestas, con el Hierosgamos de Ishtar y Dumuzzi, símbolo del renacimiento de la naturaleza, representados por la Suma Sacerdotisa y el Rey.
Esta ceremonia consagraba por un año más al rey en su posición. Posiblemente vestigios de una cultura mucho más antigua donde la mujer confería estatus al hombre.

Mi tradición indoeuropea (celta, escandinava, eslava, grecolatina) me muestra un origen común, sólo con investigar un poco seremos conscientes de ello y veremos que la mayoría de las festividades que se celebraron en el mundo pagano – al igual que la mayoría de sus dioses – tienen algo que ver con la naturaleza y de ese ciclo vital. Y es que, ¿qué hay más lógico que celebrar, admirar, venerar y respetar a lo que nos rodea y vemos cada día? Los paganos de épocas pasadas tal vez no comprendían el por qué de todos estos fenómenos de la naturaleza y les buscaban sus propias explicaciones, pero sí sabían muy bien que debían estar a bien con ellos.

Las creencias paganas, ante la llegada de las religiones monoteístas, sufrieron una fuerte persecución hasta, en muchos casos, terminar por desaparecer de la superficie de la vida social. Hoy en día – y desde hace algunas décadas – se vive un resurgir de estas tradiciones y religiones paganas ancestrales en el fenómeno que conocemos como neopaganismo. Y una de las formas es lo que se denomina como Odinismo o Ásatrú, literalmente, fiel o leal a los dioses Æsir – los dioses escandinavos –. Se trata de la recreación y unificación moderna de la herencia pagana del centro y norte de Europa, de lo que habría sido el mundo escandinavo/germano y la mitología y tradiciones escandinavas/germanas. Actualmente está reconocida de forma oficial por Islandia, Dinamarca, Suecia y España.
Esta religión también es conocida como Norsk sed (tradición nórdica), Forn sed (antigua tradición), Vor Sed (nuestra tradición) y Odinismo.

El calendario de festividades y fechas remarcables Odinistas es muy amplio y algunas son compartidas con el wiccanismo.
La festividad de Ostara se celebra o bien en el equinoccio de primavera o bien en la primera luna llena después del equinoccio. De hecho, las dependencias del calendario lunar para datar las festividades de la pascua cristiana aún vienen de ahí, celebraciones ancestralmente con un claro origen pagano.

En la próxima luna llena, llegará la bendición más brillante del año, en la cual celebramos la victoria de Thor sobre los gigantes, de Sol sobre los lobos que la persiguen, y del verano sobre el invierno. Es un festival de renovación, regocijo y fertilidad, aunque las fuerzas del invierno estén todavía fuertemente presentes.

Para los germanos el equinoccio también simbolizaba el cambio de niño a adolescente y, con ello, el comienzo de su sexualidad. En Ostara se unen la diosa de la fertilidad Nerthus con Njörd y nace el dios de la fertilidad Freyr.




En el libro "Eight Sabbats for Witches" de Janet Farrar y Stewart Farrar, el festival de Ostara es caracterizado como la reunión de la diosa con su consorte, amante e hijo, quien pasó los meses del invierno en la muerte. Otras variaciones incluyen al dios joven ganando fuerzas después de su nacimiento en Yule y la diosa retornando a su aspecto de doncella.
Ostara, por lo tanto, parece haber sido la divinidad del amanecer radiante, de la luz naciente, un espectáculo que trae gozo y bendición, cuyo significado podría ser fácilmente adaptado por el día de la resurrección del dios cristiano. 

En algunas formas de neopaganismo germánico, Ēostre es venerada. Con respecto a esta veneración, Carole M. Cusack comenta que, entre los partidarios, Ēostre está "asociada con la llegada de la primavera y el amanecer, y su festival se celebra en el equinoccio de primavera. Debido a que trae renovación, renacimiento de la muerte del invierno, algunos paganos asocian a ðostre con Iðunn , cuidadora de las manzanas de la juventud en la mitología escandinava"

La promesa del nacimiento, como cada sabbat menor, anuncia lo que está por venir en el siguiente. Y tras Ostara llega Beltane, cuando el dios nace, regresando del mundo de los Shides al mundo de los hombres.
Estamos en el equinoccio de primavera  y los días han aumentado su duración, en detrimento de la noche, y es evidente ya en todos los sentidos. Día y noche se igualan, el equilibrio entre ambas fuerzas es uno de los pilares de esta festividad.
Pero no podemos olvidarnos de otro dato muy importe simbolizado por la liebre y el huevo. La fertilidad y el renacimiento.

El Círculo de la vida simboliza un estado eterno donde no hay principio ni fin, cualquier punto es un punto cualquiera... En esoterismo es la forma en que todo vuelve.
Pitágoras simbolizó todos los acontecimientos del universo, incluidos los del hombre en los planos material y espiritual, con un círculo. Consideraba que todo en el universo se repite. Esta conclusión la extrajo de la observación directa. Las estaciones se repiten regularmente cada año; la vida termina para las plantas y algunos animales en el invierno y luego en la primavera resurgen. Los sucesos históricos las sociedades los olvidan y vuelven a ocurrir, quizá con mayor intensidad. Infirió que lo mismo debe ocurrir con el espíritu humano.
Afirmaba que el hombre al morir debía regresar a la vida para cerrar nuevamente el círculo. El círculo, a su vez, simboliza la espiral o la hélice, figuras geométricas que regresan a un punto más elevado que el anterior y representan mejor los cambios con relación al punto anterior. En este sentido Pitágoras creía que el hombre avanza hacia la perfección cada vez que retorna al punto de referencia del círculo. Lo denominó:
Trasmigración de las almas.
Que surgimos de nuevo luego de cada invierno.

En la Grecia antigua, se celebraba el regreso de Perséfone.

Esta celebración trae la paz dentro de la oscuridad, nos ofrece la esperanza y la promesa del regreso de la luz... el retorno del sol, que aún pequeño bajo la protección de su madre, a quien ya le fue arrebatado, nos entrega la semilla de luz que deberá brillar en nosotros en momentos que a lo mejor todo parece incierto y tormentoso.

Donde el hombre sale del estado de hibernación para despertar otra vez con la naturaleza, pues somos naturaleza, a los árboles se les caen las hojas en otoño, al hombre el pelo. En primavera la fuerza vital brota con una energía imparable, el apareamiento lo vemos a doquier en la naturaleza, y dentro de nosotros mismos sentimos también esa fuerza brotar en nosotros, ese acoplamiento con la naturaleza es lo que celebramos. Volvemos a la vida, damos gracias a los dioses por haber superado el invierno, aunque en nuestro civilizado mundo, las centrales nucleares alumbren y calienten este invierno, no podemos frenar lo que Ostara nos trae.

Los Odinistas, que vivimos según el ciclo natural de nuestra madre tierra, saludamos a la primavera, con un ojo puesto en el verano, pero sin decir todavía adiós al invierno, sometemos a nuestro cuerpo al permanente ejercicio de la adaptación al cambio y nos vamos acostumbrando a la nueva estación, Es el círculo que nunca acaba...
Rituales de fecundidad, y re-nacimiento, hacer deporte, comprometerse con nuevos proyectos, ilusiones, etc. 
Es tiempo de renovación, de desprendernos de nuestro antiguo caparazón, de hacer nuestra pequeña metamorfosis y crecer. Es tiempo para establecer nuevas relaciones, de enamorarse, de aspirar un profundo aliento de vida y de vivir, dejar que una sombra verde de crecimiento nos traspase y ser uno más con la naturaleza y los dioses.
Un punto de equilibrio perfecto en el recorrido por la rueda del año. La noche y el día son de igual duración y en perfecto equilibrio: oscuro y claro, masculino y femenino, interno y externo, en equilibrio. Pero el año ahora está en aumento y en este momento la luz derrota a la oscuridad. El mundo natural está cobrando vida, el sol está ganando fuerza y ​​los días son cada vez más largos y cálidos. La suave promesa susurrada de Imbolc se cumple en la evidente y abundante fertilidad de la tierra en Ostara. Es hora de que las esperanzas de Imbolc se conviertan en acción. La energía es expansiva y exuberante.




Antiguamente regalar huevos coloreados a los amigos y seres queridos era una forma de desearles buenos deseos para la próxima estación, un ritual mágico de prosperidad y fertilidad. Esta costumbre ha sobrevivido en la festividad moderna de la Pascua, en inglés Easter, con los típicos huevos de pascua y el conejo, uno de los animales sagrados de la festividad de Eostre.

Hay un sinfín de tradiciones en torno a los huevos en Ostara, así que aquí hay sólo algunas sugerencias:
Hoy en día estamos llenos de huevos de chocolate. Si tienes niños, no te olvides de la caza de huevos en el jardín, pintar huevos cocidos y escribir deseos en ellos, sembrando semillas de esperanza en su interior. 
Entierra un huevo crudo en la entrada de tu casa para asegurar la abundancia para el próximo año y la fertilidad en tu jardín.

El huevo es un símbolo universal de vida y fertilidad. La tradición de buscar los huevos de Ostara viene de muy antiguo, de cuando las gallinas y otras aves de corral vivían sueltas y ponían sus huevos en cualquier lugar.
Como las gallinas no ponen huevos en invierno, cuando viven en libertad, encontrar un huevo indicaba el comienzo de la primavera y el fin del invierno.

El huevo (y todas las semillas) contiene "todo el potencial", lleno de promesas y de nueva vida. Simboliza el renacimiento de la naturaleza, la fertilidad de la Tierra y toda la creación. En muchas tradiciones, el huevo es un símbolo para todo el universo. El huevo 'cósmico' contiene un balance de macho y hembra, claro y oscuro, en la yema y la clara de huevo. El orbe dorado de la yema representa al dios Sol envuelto por la diosa Blanca, un equilibrio perfecto, por lo que es particularmente apropiado para Ostara y el equinoccio de primavera cuando todo está en equilibrio por un momento, aunque la energía subyacente es una de crecimiento y expansión. .

Entonces, ¿cuál es la asociación de la liebre y el huevo?
Érase una vez que el reino animal se reunió para una celebración en una oleada de gran emoción. Tenía que haber una fiesta muy especial ya que un invitado muy especial venía a visitarlos. El invitado muy especial no era otro que la diosa misma Ostara, y ​​cada criatura quería darle un regalo muy especial.
Algunos de los animales eran muy ricos y otros eran muy pobres, pero se fueron a preparar sus regalos. Hare (la liebre) estaba muy emocionada, amaba mucho a Ostara y, aunque era muy pobre, tenía un gran corazón generoso. ¡Le iba a dar el mejor regalo que podía encontrar!
Hare se apresuró a ir a casa para ver qué podía encontrar para darle a la diosa. Miró en todas partes, en los armarios y debajo de la cama, pero no había nada, incluso la despensa estaba vacía, no tenía absolutamente nada que darle. Salvo por una cosa. En el estante de la despensa había un solo huevo. Y eso fue todo. Era lo único que le quedaba. La liebre sacó suavemente el huevo de la despensa y lo decoró con amor para llevarlo a la fiesta.
Hare estaba muy preocupada, todos los demás animales dieron sus regalos cubiertos de oro y plata, con joyas preciosas y todo lo que Hare tenía era el huevo. Eventualmente, todos los regalos habían sido dados y Hare era la última. Liebre le entregó muy tímidamente a la diosa el huevo. Ella lo tomó y lo miró, y vió el verdadero espíritu de Hare. Y allí, luego, la diosa nombró a Hare como su animal especial, porque Hare le había regalado todo lo que tenía...

Los protagonistas de Ostara son los conejos (o liebres) y los huevos. En los países germánicos el conejito de la pascua trae los huevos de pascua. La casa se decora con flores típicas de primavera, a las cuales se les cuelgan huevos pintados e imágenes de conejitos. Para cada miembro de la familia se elabora una especie de nido con huevos cocidos y también pintados, conejitos de chocolate y huevos de chocolate. Estos nidos se esconden la mañana de pascua y después cada uno tiene que buscar su nido. Los que disponen de jardín los esconden preferentemente ahí, pero también se hace dentro de las casas.

En la actualidad se pintan los huevos con todo tipo de colores, mientras antiguamente se los pintaba fundamentalmente de rojo, el color de la sangre fresca de la diosa Ostara ya que la sangre clara roja era símbolo de fertilidad. Las chicas jóvenes que tuvieran su primera menstruación en Ostara eran muy veneradas y su sangre, sagrada.




Ostara (Eostre o Eastre), es la diosa germánica de la primavera y el amanecer. Sólo se la menciona una vez en los escritos académicos de la época: Bede, el monje, afirma que durante Eostremonath (los antiguos nombres anglosajones de abril), los paganos anglosajones ayudaban en festivales en su honor. (Doscientos años más tarde, en Alemania, en su "Vida de Carlomagno", un monje llamado Einhard le da el antiguo nombre de abril como Ostaramonath)
También se la menciona en varias inscripciones en Alemania, y en la festividad moderna de la Pascua, originalmente el nombre para el equinoccio de primavera, pero posteriormente subsumido al calendario pascual para el día de fiesta de la resurrección cristiana, llevando su nombre. 

Ella son los primeros vientos cálidos de primavera, las aves que regresan, los árboles que brotan y enroscan hojas y flores. Ella es la tierra que despierta, conejos y liebres, los huevos que aparecen después de un invierno sin luz. La gente de la ciudad puede no saber que los pollos que se mantienen con luz natural abandonan el invierno, cuando los días son cortos, y comienzan de nuevo a medida que los días se alargan. Marzo/Abril es su mejor momento del año, y esos huevos fueron una fuente de proteínas valiosa y bienvenida para nuestros ancestros hambrientos en invierno. El legado de Ostara son todos esos huevos de colores que muchos de nosotros todavía colgamos de los árboles cada año.
Era la diosa de la luz creciente de la primavera.
Se recolectaba agua bendita en forma de rocío, o agua recolectada de arroyos, se decía que lavarse con eso restauraba la juventud. Se decía que las hermosas doncellas vestidas de blanco se divertían en el campo. La doncella blanca de Osterrode aparecía con un gran lote de llaves en su cinturón, y se dirigía al arroyo para recoger agua en la mañana de Pascua.

Ostara es usualmente experimentada como una joven doncella "lo suficientemente mayor para tener hijos, pero no una madre". Ella está envuelta en flores o vegetación nueva, y a menudo baila. A menudo se siente feliz, pero puede volverse repentinamente solemne, como el clima primaveral que puede convertirse rápidamente en lluvia. Al igual que la primavera, ella es caprichosa, inocente y sabia por turnos.

Ostara es la diosa de la fertilidad asociada al comienzo de la primavera, es una diosa del amanecer o del despertar de las fuerzas germinativas. Guido von List afirmaba que Ostern era el festival del matrimonio del dios Sol con la diosa Tierra, concibiendo a Ostara como una representación de las fuerzas femeninas generadoras.






La liebre es un animal asociado a la diosa Oestre y la representa en este plano, es un animal de gran fertilidad y por tanto representa la capacidad re-generativa de la naturaleza. Es un animal asociado con la Luna tanto por su fecundidad como por tener hábitos nocturnos.

En este momento salir al exterior es un placer, los árboles se visten con nuevas galas, las temperaturas se suavizan y los días son más templados. Hay música en el aire, la lluvia, el viento y los pájaros cantan para despertar a la naturaleza. Y el Sol toca el corazón de la madre Tierra llenándola de calor y vida, despierta en ella.

En la tradición celta, la liebre es sagrada para la diosa y es el animal totémico de las diosas lunares como Hécate, Freya y Holda (la liebre es un símbolo de la luna). La fecha de la Pascua cristiana está determinada por la fase de la luna. La liebre nocturna, tan estrechamente asociada con la luna que muere cada mañana y resucita cada tarde, también representa el renacimiento de la naturaleza en la primavera. Se creía que tanto la luna como la liebre morían diariamente para renacer, por lo que la liebre es un símbolo de la inmortalidad.

También es un símbolo importante para la fertilidad y la abundancia, ya que la liebre puede concebir durante el embarazo. A lo largo de los siglos, el símbolo de la liebre en Ostara se ha convertido en el Conejito de Pascua que lleva huevos a los niños en la mañana de Pascua, el día cristiano del renacimiento y la resurrección.

Se ha sugerido que las luces de Ostara, como diosa del alba, eran llevadas por liebres. Y ciertamente representaba la fecundidad de primavera, y el amor y el placer carnal que conduce a la fecundidad.




El Festival de Ostara en el equinoccio de primavera marca el fin del invierno y el comienzo de la época del renacimiento (primavera) y es celebrado con un blot en honor de Frigg, Freya y las dísir (el colectivo de deidades femeninas de la fertilidad). El "blot" es una comida/sacrificio de celebración. Los wiccanos utilizan más el término "cakes and ale" (tortas y cerveza) más que "blot" que es como las religiones nórdicas y anglosajonas hacen.

Las hogueras se encendieron en la Pascua y, según la creencia popular de larga data, en el momento en que sale el sol el domingo de Pascua por la mañana, da tres saltos de alegría, baila de alegría...

Los dioses que se honran en estas fiestas son los dioses vanir de la fertilidad, Freyr y Freya, como también Thor (como hijo de la tierra). Además de Idunn y Nerthus, por su semejanza a Ostara y Jörd como diosa de la tierra.

Los judíos conmemoran la Pascua.
Los cristianos celebran la Pascua de Resurrección, en conmemoración del regreso de Jesús de entre los muertos.
En la antigua Sumeria (actual Irak) la gente celebraba el regreso de Damuzi del inframundo. Renacimiento, liberación y nuevos comienzos son temas comunes de todos estos feriados.
Para los romanos, era el comienzo del Año Nuevo.

Es tiempo ahora de adorar a los Vanir, pedirle a nuestra madre Freya que nos de ese halo vital, de pedir por la cosecha, pues ya sembramos en el invierno, cuando sólo había escarcha. Hablar con Freyr (asociado con el Sol). Es el dios de la paz y la fertilidad. 
El viaje de Skirnir al inframundo es un símbolo de los meses de invierno en las tierras nórdicas, donde hay períodos largos de oscuridad, ahora llega la luz, y con ella se borran las tinieblas. El festival de Ostara marca el fin del invierno y el comienzo de la época del renacimiento, la primavera. 

También era costumbre de admitir en el Várþing ("tribunal de primavera" era la institución más antigua de la isla bajo el amparo de tres goðis) a los jóvenes para que formen parte del círculo de guerreros. Un Thing consagrado a las deidades vánicas. 
También era la temporada de las procesiones en honor de Freyr y los Vanir. Para ello se portaban estatuas de estos dioses para que cada uno los pudiera tocar y con ello se trasmitía su fertilidad. En estas procesiones era prohibido llevar armas ya que eran consagrados a la vida y a la paz. Las hoy tan acostumbradas marchas de paz en Pascua aún dan fe de ello. En los juegos rituales se simboliza la lucha entre el que acaba de irse y el verano que está por llegar, pues quien queda, el verano, elige novia.

Una tradición muy bonita es la de recoger agua de manantial en el alba del día de Ostara. Las chicas y mujeres jóvenes salen antes del alba en estricto silencio al manantial para recoger el agua en el momento que el sol rompe. A esta agua se le atribuye una serie de poderes curativos, y purificadores. Para ello los campesinos también llevaban los animales a beber en los manantiales este día y en algunas zonas de la Europa germánica se decora los manantiales y fuentes y se les hacen un ritual de consagración.




Etimológicamente, Ēostre deriva del proto-germánico austrō, así como también de la raíz protoindoeuropea aues-, que significa “brillar”. Es evidente el vínculo entre Eostre y la diosa griega del amanecer, Eos, la aurora de los romanos. Se ha señalado también la relación de la diosa germana de nombre Ostara, entre la “brillante” Ēostre y el viento del este, que es el “espíritu de la luz” llamado Austri, mencionado en la Edda en prosa.

El nombre de la diosa Ēostre es lingüísticamente relacionado con muchas otras diosas del amanecer atestiguadas entre los pueblos de lengua indoeuropea.

Eosturmonath tiene un nombre que ahora se traduce como "mes pascual".
Los anglosajones llamaban al mes de abril “eosturmonath“, en homenaje a una divinidad de ese nombre. 

Ēostre también se halla detrás del nombre de la Pascua en inglés: Easter

El nombramiento de la hormona Eostrogen (estrógeno), esencial para la fertilidad de las mujeres. 

En algunas mitologías, la diosa Eostre/Ostara está asociada con la energía de la serpiente o el dragón. En este punto del año, la energía de la serpiente (Kundalini) está a rebosar.